Por lo general, la demanda natural de vivienda se encuentra en personas jóvenes que se emancipan, ya sea en pareja o solteros. Normalmente, estas personas presentan un perfil de crédito impecable y con un puesto de trabajo estable y bien remunerado, pero sin ahorros, requisito indispensable para la compra de un inmueble.
Una opción habitual a la hora de comprar un piso, es incluir un avalista en la operación, o disponer de alguna propiedad libre de cargas, propia o de algún familiar, aunque por regla general aportar algo de ahorro siempre será bien visto por la entidad bancaria.
Pero si no disponemos ni de ahorro, ni de aval, ni de doble garantía (tener una propiedad libre de cargas), podríamos encontrarnos en la situación de que el 80 % del valor de tasación sea superior al valor de compraventa. Este matiz muy importante, podría ayudar a que los bancos concedieran el préstamo por el valor de compraventa. Así, se podría alcanzar una hipoteca que financiara el 100 % del precio de compraventa de la vivienda.
Esto sería posible si se consigue comprar una vivienda con un precio de compraventa inferior a su valor de tasación.
Sea cual sea nuestra situación, lo mejor sería dirigirse a un asesor financiero para que gestione esta labor con las entidades financieras que colaboran en sus relaciones comerciales y obtener la opción más beneficiosa para Vd. En AFINANCE, podemos gestionarle la financiación logrando el 100% más gastos, sin aportación de capital inicial, dependiendo del perfil económico que se reúna, independientemente de tener elegido el inmueble o no.