El primer paso para adquirir una vivienda, antes incluso de empezar a mirar pisos, es saber cuánto dinero podemos pedir al banco. Obviamente, el valor del préstamo dependerá sobre todo de nuestro volumen de ingresos mensuales, pero también influye el plazo de amortización, que en las hipotecas actuales es de 29 años de media.
Desde la época de la crisis, los bancos conceden como máximo el 80% de financiación del menor valor entre compraventa y tasación. Esto significa que si el precio de compra de la vivienda es de 200.000 € y la tasación ha resultado en 180.000 €, el banco te concederá el 80% de 180.000 € y el resto del capital tendría que aportarlo el cliente, en nuestro caso dependiendo del perfil del cliente podemos llegar alcanzar el 100% más gastos, con diferenciales sobre el Euribor a partir del 0,75.
Dado el exhaustivo conocimiento que tenemos del mercado financiero, en cada momento obtendrá las mejores condiciones del mercado gracias a los acuerdos con las entidades financieras y el porcentaje de éxito en la consecución de dicho préstamo es muy elevado.